Reformas fracasadas de Petro tumban a siete ministros en Colombia

Petro cambió su gabinete por las trabas para que el Congreso apruebe sus proyectos de ley

El presidente colombiano, Gustavo Petro, hizo una prematura remodelación de su gabinete ministerial, menos de nueve meses después de asumir el cargo, para conjurar una crisis política detonada por la falta de apoyo a sus reformas en el Congreso donde ya no cuenta con mayorías.

Con los nuevos nombres anunciados para las carteras de Hacienda, Interior, SaludAgriculturaTransporteCiencia y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Petro, que comenzó con un gabinete plural, se rodea de gente más comprometida con su proyecto político.

Petro, primer presidente de izquierda de Colombia, sorprendió al país el martes por la noche al pedir la renuncia protocolaria a todo su gabinete, materializada ayer con el cambio de siete de sus 18 ministros, que se suma a los tres relevados en febrero pasado (Educación, Cultura y Deporte), con lo cual más de la mitad del equipo con el que comenzó el 7 de agosto, no completará siquiera un año en el cargo.

“A pesar de que mi gabinete, y su apuesta por el diálogo y el pacto fue rechazado por alguna dirigencia política tradicional y del establecimiento, vamos a persistir con nuestro programa y nuestra vocación de grandes acuerdos nacionales”, manifestó Petro en un comunicado.

Tan sorpresiva como la crisis y la ruptura de la coalición de gobierno, anunciada también por la noche por el presidente, fue la salida de tres ministros clave: los de Hacienda, José Antonio Ocampo; Interior, Alfonso Prada, y Salud, Carolina Corcho.

Ocampo, considerado un nombre que transmite confianza a los mercados financieros, no estaba entre los candidatos a salir pero fue reemplazado por Ricardo Bonilla, secretario de Hacienda de Petro cuando fue alcalde de Bogotá (2012-2015).

Prada, que fue secretario general de la Presidencia de Juan Manuel Santos, fue sustituido porque, según analistas, no tuvo éxito como articulador de las relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso para lograr el apoyo a las reformas.

No menos sorpresivo fue el cambio de la ministra de Salud, Carolina Corcho, una petrista de primer orden que dio la batalla ante la opinión pública para defender su proyecto de reforma para reducir la participación privada en el sistema sanitario, pero encontró fuerte resistencia de distintos sectores y vertientes políticas.

Fuente: El Sol de México