Swami cumplirá un sueño compartido con su madre: Estará en Juegos Olímpicos
La B-Girl cumplirá el sueño de su madre de participar en la máxima justa deportiva
“Nunca me imaginé que yo llegaría a hacer esto”, comentó a ESTO la B-Girl mexicana de 17 años, Swami Mostalac Rizzitello, quien es originaria de Playa del Carmen refiriéndose al reto de representar el próximo año a nuestro país en los Juegos Olímpicos de París 2024 en una disciplina que hará su debut, el Break Dance.
Y es que hace un par de años parecía imposible que una disciplina basada en la danza urbana tuviera cabida en el máximo escenario deportivo. Para Swami este deporte que mezcla el baile con un notable atletismo sirvió para cumplir el sueño que su madre no logró en su juventud: alcanzar una justa olímpica.
“Mi mamá siempre me apoyó, ella era tenista profesional, su sueño era llegar a los olímpicos, no lo logró.
“Entonces cuando me tuvo a mí, vio que yo tenía el mismo sueño que ella, no era la típica mamá que dice ‘ay, yo no lo logré, tú tampoco lo vas a lograr’, ella no lo consiguió entonces lo va a hacer junto a mí. Ella me apoya, es un trabajo en equipo entre ella y yo, estoy muy agradecida, es increíble todo lo que me ha ayudado”, relató al Diario de los Deportistas en las instalaciones de Red Bull en CDMX.
¿Cómo se enteró que el breaking sería olímpico?
La joven alcanzó una de las 32 plazas para la justa veraniega este 2023, pese al rechazo de su círculo cercano, rompió paradigmas de este deporte y sin importar los comentarios ajenos confió en su talento y ahora busca escribir historia.
“Mis abuelos y mis tíos decían ‘es más importante la escuela, por qué gastan tanto dinero en esto, porqué están perdiendo el tiempo, es simplemente un deporte, porqué le dan tanta importancia’, y desde que vieron la primera noticia que decía ‘B-Girl Swami para los olímpicos’ ya encantados, ya ahorita sí me apoyan todos”, presumió.
Swami aún recuerda el día en el cual el Comité Olímpico Internacional hizo oficial la incorporación del breaking como disciplina para París 2024, tras un exitoso debut de la escalada deportiva y el surf en Tokio 2020, así como de otras disciplinas urbanas como el BMX freestyle y el baloncesto 3×3: “Desde ahí dije ‘tengo un nuevo sueño, quiero llegar a los olímpicos’, se hizo un cambio muy fuerte en el breaking, fue un sueño hecho realidad para toda nuestra escena”.
Posteriormente, ver el ranking clasificatorio este 2023 para ella “fue un alivió más”, supo que alcanzó la meta, sin embargo, no está satisfecha con esto y conseguir una medalla de oro es la prioridad.
En París, la competición de breaking constará de dos pruebas, una masculina y otra femenina, en las que 16 B-Boys y 16 B-Girls se enfrentarán en batallas individuales, y aunque considera que “es una disciplina que está en pañales”, espera que en un par de años las audiencias futuras se inspiren en ella para seguir sus pasos y algún día alcanzar una competencia como esta.
ENCONTRÓ EN EL BAILE UNA SEGUNDA FAMILIA
Swami dio sus primeros pasos en su natal Playa del Carmen a los seis años: “era como un hobbie, yo sólo iba a clases de Break Dance en una academia de baile”, sin embargo, rápidamente tuvo que cambiar de aires, pues con el cierre de la misma, mudó sus prácticas al lugar donde aprendió todo lo que hoy sabe, la escuela de la calle.
“Yo me salí a bailar al barrio. Llegué y eran todos hombres, sólo dos mujeres adultas, en medio de todos los hombres adultos yo me sentía rara, luego mi papá se separó de mi mamá, me hacía falta una figura paterna, y todos los B-Boys que había en la playa yo los sentía como familia, tíos, papás, yo era como la mascotita, ellos han visto todo mi proceso y me sentí muy acogida, son mi segunda familia”.
No todo fue malo, pues el entorno la hizo fuerte y gracias a eso generó un estilo para sus batallas en el circuito profesional. “En esos momentos donde me sentía incomoda, aprendí a tener mucho carácter y actitud, estar en medio de tantos hombres sirvió, agradezco esas experiencias”.
Para la B-Girl, Swami la emoción de ganar “fue como una fiesta sana”, misma que probó en el 2014 y que valió todos los sacrificios que pasó en su comienzo: “Sentí una sensación que no se me olvida, gané mi primera competencia el día de mi cumpleaños y esa impresión de ganar no se me olvida, de ahí nació mi amor al breaking”.
Fuente: Esto
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