¡Rumbo a Qatar! La selección mexicana partió de Girona con mariachi

Con todo y mariachi, el Tri partió rumbo a tierras mundialistas de cara a su debut la próxima semana

El búnker donde México anidó antes de la Copa del Mundo lo vio volar. Girona se convirtió en un estado más cuando el Tricolor arribó a inicios del mes. Entrenamientos, sudor, sangre, llegadas, partidas, salidas, alegrías y decepciones, todo eso vivió el equipo que dirige Gerardo Martino en prácticamente 20 días desde que partió de la Ciudad de México.

Ahora, El Camiral, hotel principal del complejo PGA Catalunya Golf and Wellness, que sirvió como hogar del equipo de todos en este tiempo, no podía despedirse de una mejor manera que no fuera a tono de mariachi.

Poco después del medio día de Girona, el equipo Tricolor comenzó a salir de sus habitaciones con la mente puesta en Qatar, sin saber que una sorpresa de todos los trabajadores del complejo les tenía.
De un momento a otro, un mariachi local llegó y a tono de trompeta, comenzó a tocar El Son de La Negra. El clásico grito que caracteriza a los mexicanos en el extranjero se escuchó. “Cuando me traes a mi Negra que la quiero ver aquí, con su rebozo de seda que le traje de Tepic” retumbó en la entrada mientras los seleccionados comenzaron a salir.

Rodolfo Cota y Alfredo Talavera se llenaron de energía cuando escucharon el estruendo. Johan Vásquez sonrió como nunca. El central del Cremonese es de los que más tiempo tiene sin ir a su país, ver y escuchar un momento la melodía lo hizo retornar a casa.

Orbelín quiso bailar, Vega no se quedó atrás, Antuna dejó la seriedad de un lado y hasta Rogelio Funes Mori demostró su lado más mexicano cuando se dejó apapachar por la del violín. Luis Chávez y Kevin Álvarez quedaron completamente sorprendidos. Los Tuzos estaban anonadados mientras todo sucedía.

La gente no paraba de aplaudir. Jorge Sánchez, Érick Gutiérrez y Edson Álvarez dejaron de lado el neerlandés para recordar los sonidos de su casa. Un sombrero voló de repente, mientras Guillermo Ochoa, Héctor Herrera y Andrés Guardado salían de las puertas principales con la emoción de saberse listos para el que podría ser su último mundial.

Gerardo Martino quiso pasar desapercibido, pero la gente lo incluyó en el festejo. El argentino se notó relajado, como si la derrota ante Suecia no hubiese sucedido, ya todo era un mero recuerdo, era el tiempo de festejar, México ya partía rumbo a la Copa del Mundo y el Tata, antes de ingresar, agradeció el gesto con la mano.

Los líderes no se quedaron con las ganas. De un momento a otro Ochoa, Guardado, Moreno y Herrera bajaron del camión y pidieron al resto de sus compañeros descender del autobús para sacarse la foto del recuerdo de una de las concentraciones más especiales para algunos, la primera de Copa del Mundo para muchos y la última para otros.

“¡Que viva México!” se escuchó mientras el resto de los presentes afirmaba. “Vamos por ese Mundial”, decían mientras el equipo de todos posaba en una foto que quedará para siempre en el recuerdo.
Los mariachis despidieron todo con el Cielito Lindo. “ay, ay, ay, ay, canta y no llores, porque cantando se alegra cielito lindo, los corazones”, todos en el lugar entonaron con el corazón mexicano del que se hicieron al resguardar por tantos días a los Tricolores.

Las fotos del recuerdo no faltaron. Ochoa fue el más perseguido, también Guardado, sin duda los referentes más claros de esta representación.

Poco a poco el alboroto se terminó. Tata Martino subió al camión y junto con él, los jugadores abordaron el camión que los llevó a Barcelona, de donde salió el avión que los llevó a tierras mundialistas.
Así se fue México de Girona, con una sonrisa que le abarcó todo el rostro y listo para encarar un Mundial que podría ser histórico.

Fuente: Esto