Británicos lideran la huelga de la década

Al menos medio millón de manifestantes exigen mejoras salariales ante la inflación

LONDRES. Escuelas cerradas, trenes paralizados, funcionarios ausentes en múltiples ministerios. El Reino Unido vivió su mayor jornada de huelga en 11 años, con paros en numerosos sectores, unidos por la reivindicación de mejores salarios frente a una inflación del 10.5 por ciento.

La concentración de manifestaciones, que involucró a diversos sectores, intensificó el pulso contra el Gobierno conservador de Rishi Sunak, quien por el momento se mantiene firme en sus posiciones.

Se calcula que medio millón de personas secundaron los paros que, sin llegar a paralizar por completo el país, sí alteraron de manera significativa la vida cotidiana de gran parte de los británicos.

Si los empleados ferroviarios mantienen huelgas ya desde hace meses, la gran novedad fue la incorporación de los profesores de Inglaterra y Gales, así como la de cien mil funcionarios de diversas dependencias de gobierno.

Según el sindicato National Education Union, unos 300 mil maestros secundaron el paro. El Ministerio de Educación aseguró que, según sus datos, uno de cada 10 centros no abrieron sus puertas, mientras que el 45 por ciento tuvo que restringir las clases.

La huelga de los profesores coincide con uno de los múltiples paros aprobados por los maquinistas de una docena de compañías ferroviarias y con el personal de 150 universidades. También con la acción de unos cien mil funcionarios de ministerios, puertos, aeropuertos e incluso centros de exámenes para el permiso de conducir. En total, hasta 500 mil personas en huelga.

En un país donde las manifestaciones son inhabituales, miles de profesores marcharon hasta el Parlamento y las oficinas del primer ministro Rishi Sunak, bajo los aplausos de los viandantes y las bocinas de los automovilistas, con pancartas que pedían “Salven nuestras escuelas”.

Aunque cada sector tiene sus reivindicaciones, todos se unen en la reclamación de aumentos salariales ante una inflación que lleva meses por encima del 10 por ciento (10.5 por ciento en diciembre) y deja a muchas familias sin más opción que los bancos de alimentos.

Esta profunda crisis llevó en diciembre a las enfermeras a realizar su primera huelga nacional en los más de 100 años de historia de su sindicato. Tras una negociación infructuosa con el gobierno, convocaron dos días de paro más, el 7 y 6 de febrero.

Este último día coincidirá con una acción en Inglaterra y Gales del personal de ambulancias en la que puede ser la mayor huelga en la maltrecha sanidad pública británica, aquejada por años de austeridad, desde su creación en 1948.

Pese a que la temperatura sube en las calles, Sunak, que hoy celebra 100 días como primer ministro, no parece ceder. Su posición, como no se cansa de repetir, se basa en un fundamento claro: si se suben los salarios al ritmo que crece la inflación, esta nunca bajará.

Fuente: El Sol de México