Venezuela, el país que deja de comer carne

Venezuela, el país que deja de comer carne

La desilusión se dibuja en el rostro de la obrera María Ponte cuando sale de una carnicería en la favela caraqueña de Petare, la más grande y problemática de Venezuela. Entró allí con la esperanza de que algún fenómeno hubiera echado los precios al suelo, lo que le habría permitido comer carne por primera vez este año.

Pero al salir del comercio, donde la carne abarrota las neveras, la mujer solo carga con varios kilos de piel de pollo, con los que fabricará su propio aceite para freír huevos y arepas, un bollo a base de harina de maíz que goza de elevada popularidad en Venezuela.

“Yo tengo más de 3 meses que no me como un pedacito de carne”, dice Ponte a Efe. “Fue un bistec que nos comimos el hijo mío y yo. Y somos dos personas nada más en casa”, agrega.

En otro punto de Petare, la pensionista Encarnación Almarza corre mejor suerte y compra varios kilos de carne.

Pero después aclara a Efe que no son para su casa, sino que la usará para preparar los pasteles rellenos que

Más información en El Siglo de Torreón