Sheinbaum sobrelleva a Trump con cabeza fría, dicen tres exembajadores de México en EU

En entrevista con El Sol de México, Martha Bárcena, Miguel Basáñez y Gerónimo Gutiérrez celebran la mesura con que se ha conducido la presidenta Sheinbaum ante Trump

Acostumbrado a dar manotazos en la mesa con el objetivo de que su contraparte pierda los estribos y, entonces, llevar las negociaciones al terreno de la fuerza, el presidente Donald Trump se ha topado con una Claudia Sheinbaum estoica, una mujer que, en lugar de responder a las bravatas, ha mantenido cabeza fría.

Esa actitud de la presidenta mexicana, aunada a los golpes de realidad que ha sufrido el jefe de la Casa Blanca -caída de su popularidad, derrumbe de los mercados, resistencia en la Corte Suprema, ayudaron a México para sobrevivir a los primeros 100 días del segundo mandato de Trump y para llegar con relativa fortaleza a la revisión del tratado comercial de América del Norte.

Esta es la conclusión a la que llegan Marta Bárcena, Gerónimo Gutiérrez y Miguel Basáñez, exembajadores de México en Estados Unidos, quienes, sin embargo, aseguran que las negociaciones comerciales, sobre migración y seguridad no estarán libres de sobresaltos ante un Trump que quiere demoler el actual orden internacional, pero sin tener claridad de hacia dónde quiere llevar al mundo.

“Yo diría que durante estos 100 días la presidenta ha sido bastante astuta”, afirma Miguel Basáñez Ebergenyi, embajador de México en Washington entre 2015 y 2016.

“Es una mujer muy bien formada, muy centrada y por eso sus reacciones ante Trump de alguna forma lo han sacado de balance, porque lo que él espera es dar un trancazo y que su interlocutor responda igual para que empiece el jaloneo. Y eso es justo lo que no ha hecho la presidenta”.

En entrevista con El Sol de México, el también académico de la Universidad de Tufts, en Boston, dijo que uno de los factores que ayudarán a México en la revisión del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es que “los principales defensores del acuerdo no somos México y Canadá, sino las propias empresas estadounidenses”.

De cara a la revisión del T-MEC, programada para el verano de 2026, Basáñez dijo que Trump ha utilizado sus primeros 100 días de gobierno para vender la idea de que quiere regresar al país las fábricas estadounidenses, pero “¿con quiénes las vas a operar? Estados Unidos ahorita tiene un déficit de 5 millones de puestos de trabajo”.

Para Martha Bárcena Coqui, embajadora de México en Estados Unidos entre 2018 y 2021, la prudencia de la presidenta Sheinbaum es útil en ciertas coyunturas, pero ha caído con frecuencia en la condescendencia.

“Tenemos en la frontera un cúmulo de problemas, tales como migración, tráfico de drogas, poca disponibilidad de agua, saneamiento, contaminación y una infraestructura que ya no da de sí, lo que da pie una de las agendas más complejas para el gobierno mexicano, a lo que se ha respondido con prudencia”, sostiene en entrevista con este diario.

Y agrega: “Pero esa prudencia demuestra que el gobierno no hizo su trabajo de prever los problemas para evitar que estallaran estas crisis, porque la respuesta sí es prudente, pero está llena de concesiones”.

Al respecto, Gerónimo Gutiérrez, embajador ante la Unión Americana entre 2017 y 2018, señala que “la presidenta Sheinbaum ha sido cuidadosa y ha jugado razonablemente bien sus cartas, y creo que ha logrado posicionarse bien para lo que viene: una negociación mu

Al hacer un balance sobre los primeros 100 días de Trump, Gutiérrez expone que en el aspecto interno el presidente estadounidense ha probado los límites del Poder Ejecutivo, y en lo exterior está tratando de transformar el orden internacional construido durante los últimos 50 años, a uno basado en el poder de las grandes potencias.

Sobre el desempeño del canciller Juan Ramón de la Fuente y del actual embajador Esteban Moctezuma Barragán, Gutiérrez considera que ha sido demasiado discreto.

“A mí me gustaría que el gobierno en general, no sólo el embajador, fuera un poco más visible en los medios estadounidenses. Creo que hay que mostrar más nuestras posiciones”, afirma. Y sobre el canciller “yo lo que advierto es que en la parte de América del Norte se ha concertado en la protección consular; hasta donde yo recuerdo, ha hecho sólo dos viajes a Estados Unidos, lo que resulta poco ante la complejidad de las relaciones bilaterales”.

Desafíos en el corto plazo

La toma de posesión de Donald Trump para un segundo mandato el 20 de enero de 2025 ha reavivado tensiones y expectativas en la relación bilateral con México.

A diferencia de su primera administración, Trump llega con una agenda más definida, con el recurso de los aranceles como principal mecanismo de presión para elevar el combate a los cárteles de la droga, y un entorno geopolítico marcado por la competencia con China, la crisis migratoria y la reconfiguración de las cadenas globales de suministro.

Los primeros 100 días del segundo mandato de Trump confirman que la relación con México será multidimensional, con cooperación forzada en seguridad, combate al fentanilo y contención de los flujos migratorios, pero tensiones comerciales al alza.

Hacia 2026, el mayor riesgo es que las demandas de Estados Unidos choquen con la soberanía mexicana, especialmente en narcotráfico y energía. Sin embargo, México tiene una ventana de oportunidad para posicionarse como hub manufacturero y socio estratégico, siempre que equilibre diplomacia firme con reformas internas.

La revisión del T-MEC será el termómetro definitivo: si México negocia con unidad y visión de largo plazo, puede convertir esta etapa de incertidumbre en una oportunidad de crecimiento, de acuerdo con los diplomáticos.

Al hablar sobre los escenarios en el corto plazo, Martha Bárcena anticipa años caóticos. “Trump desea acabar con el orden internacional que heredamos de la Segunda Guerra Mundial, que incluye organismos y tratados internacionales, pero sin saber hacia dónde vamos”.

Alerta que “el desorden mundial que hay ahorita nos indica que, por ejemplo, la lucha de décadas contra el desarme se puede ir al pozo, porque hay países que quieren aprovechar la incertidumbre actual para volver a llenar sus arsenales”.

Entre los cambios tangibles que ha habido en estos 100 días respecto del orden internacional de la posguerra, expone Bárcena, está la pérdida de credibilidad de Estados Unidos como socio confiable, la desaparición de Occidente como lo concebíamos y la intención de Washington de mantenerse como único hegemón, “lo que parece muy distante”.

“Yo diría que en China deben estar muy contentos y muy agradecidos por todo lo que Trump está haciendo”, subraya Miguel Basáñez, quien asegura que la economía de Estados Unidos sólo es competitiva ante China y Europa si se integra con México y Canadá.

Y lo pone en números. El PIB de China equivale a 37 trillones (millones de millones) de dólares, cantidad idéntica a la de Europa en su conjunto. En tanto, la economía de Estados Unidos asciende a 29 trillones de dólares, la de México a seis y la de Canadá a dos.

“Aquí es donde Trump se va a tener que ir desdiciendo de las amenazas que ha hecho, porque la primera que tiene problemas es su economía. Porque si a los 29 trillones de EU le sumas los seis de méxico y los dos de Canadá, entonces el bloque de Norteamérica está del mismo tamaño que el bloque europeo y que el bloque chino. Pero sin México y Canadá, EU es un competidor de segunda división”, detalla.

Basáñez augura efectos adversos ante las decisiones económicas del líder de la Casa Blanca. “Si lo que Trump está logrando es dislocar la economía mundial, entonces la marea de regreso, más que una oleada migratoria, podría ser un tsunami migratorio, y un tsunami no lo para ni México ni Estados Unidos”.

Gerónimo Gutiérrez es más optimista sobre las negociaciones comerciales y la supervivencia del T-MEC. “Tenemos unas perspectivas razonablemente buenas de que para julio del año que entra se haya hecho una buena revisión del tratado con algunos ajustes, con algunas concesiones de las partes, pero con tratado comercial”.

Sobre la agenda migratoria, Gutiérrez estima que el tema se ha despresurizado, porque “los números de encuentros de indocumentados en la frontera han disminuido drásticamente, a niveles verdaderamente bajos comparado con los últimos diez años”.

En materia de seguridad, según Gutiérrez, hace falta un relanzamiento de la cooperación bilateral. “Eso tarda más tiempo, pero hasta donde yo advierto, se está estrechando la cooperación y eso creo que se reconoce en los círculos en Washington”.

Sin embargo, Martha Bárcena advierte que México debe estar preparado para una futura crisis humanitaria en la frontera.

“Todavía no hemos visto el inicio de las redadas masivas y deportaciones, pero no por falta de deseos del presidente Trump, sino porque no ha habido suficiente presupuesto. Vamos a ver cómo pasa la nueva legislación presupuestaria”.

Fuente: El Sol de Mexico