Marruecos acelera tareas de rescate ante previsiones de lluvia y temor a réplicas

Los habitantes de los pueblos afectados han sido reubicados en tiendas debido a los pronósticos de lluvia y réplicas del sismo

Las autoridades marroquíes equipos de salvamento de países como España o Reino Unido aceleran las labores de rescate y socorro cinco días después del terremoto, alojando a los habitantes de los pueblos afectados en tiendas ante las previsiones de lluvias y las continuas réplicas sísmicas, que podrían dificultar esas tareas.

Los habitantes de muchos de los pueblos damnificados, que tienen más de la mitad de sus casas completamente destrozadas, ya no duermen al aire libre. En Amizmiz, el Ejército marroquí reubicó ayer a unas mil personas. Este miércoles se prevé que se reubique a mil 500 personas más y un número similar en una tercera fase.

En esta zona del Alto Atlas afectada por el se esperan lluvias a partir de mañana jueves. Según el boletín de la marroquí de este miércoles, , con riesgo de granizo, en el norte del Alto Atlas (la zona afectada), además de otras zonas como el Medio Atlas y el Rif.También fuerte en todo el Atlas, y el viernes lluvia y tormentas en la vertiente sudeste del Atlas, que afectarían en principio a las provincias sacudidas por el terremoto.

Más allá de Amizmiz, en los pueblos remotos en las montañas, los aldeanos también están reubicados en tiendas distribuidas por el Ministerio del Interior, y en algunas aldeas ya no quedan cadáveres debajo de los escombros.

Temor ante una posible réplica

Además, el Ejército marroquí continuó con las tareas de distribución de alimentos y ayudas en las zonas más damnificadas, como Talat Nyacoub, que las lanzó además desde un helicóptero a otro pueblo de difícil acceso, Aghbar.

A este último pueblo se desplazaron en helicóptero militar dos equipos de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM) para colaborar con equipos locales en la búsqueda de posibles supervivientes y de cadáveres debajo de los escombros.

En otro pueblo en las montañas del Atlas, Imi N’Tala, otro equipo de la Unidad Militar de Emergencias (UME) española acompañado por dos perros colaboró con los bomberos marroquíes para localizar a cadáveres.

A las 16:45 hora local (15:45 GMT) en este pueblo, mientras estaban presentes grupos de periodistas y miembros de organizaciones no gubernamentales, se produjo una réplica de 3.9 grados Richter que desató el pánico y provocó que la gente comenzara a correr.

Pero tras varios gritos llamando a la calma, la situación volvió a una tranquilidad relativa. Los equipos de emergencia español y británico recomendaron abandonar la zona y advirtieron de que una parte de la montaña podría desprenderse.

En esta zona del Alto Atlas afectada por el terremoto se esperan lluvias a partir de mañana jueves. Según el boletín de la Dirección General de Meteorología marroquí de este miércoles, se prevén lluvias con tormentas, con riesgo de granizo, en el norte del Alto Atlas (la zona afectada), además de otras zonas como el Medio Atlas y el Rif.

También rachas de viento fuerte en todo el Atlas, y el viernes lluvia y tormentas en la vertiente sudeste del Atlas, que afectarían en principio a las provincias sacudidas por el terremoto.

Pocos turistas

Mientras, la vida vuelve poco a poco a la normalidad en la cercana ciudad turística de Marrakech, donde, pese a las masivas cancelaciones de viajes y actividades turísticas, se ven algunos turistas paseando por la ciudad antigua con bazares y comercios abiertos y un movimiento continuo de motos por el lugar.

La ministra del turismo marroquí, Fatima Zohra Ammor, pidió a los propietarios de los hoteles de la zona que azotó el terremoto inspeccionar sus establecimientos “lo antes posible” y tomar las medidas necesarias para cumplir con las normas de seguridad.

El Ministerio de Turismo y los profesionales del sector acordaron establecer una lista de los hoteles cerrados en Marrakech, Agadir y Uarzazate para estudiar la posibilidad de reabrir algunos de ellos para realojar a las poblaciones siniestradas.

Fuente: El Sol de México