En 2020 llegará menos sargazo a las costas mexicanas: NASA y USF

En junio de 2018 la macroalga se extendió por 2 mil 800 kilómetros cuadrados

La Universidad del Sur de Florida (USF) y la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) previeron una significativa reducción en la llegada de sargazo este año a las costas mexicanas, de acuerdo con sus modelos matemáticos, que en las primeras dos semanas del año reportaron una disminución de 50 por ciento en la superficie que alcanza la macroalga sobre aguas del mar Caribe y el golfo de México.

Esteban Amaro Mauricio, director técnico de la Red de Monitoreo del Sargazo en Cancún, dijo a La Jornada Maya en los primeros días del año que una mancha dispersa de talofita de aproximadamente 100 kilómetros llegaría durante marzo a las costas de Quintana Roo, lo que volvería a redundar en cancelaciones y afectaciones turísticas.

En diciembre, la mancha midió 10 kilómetros cuadrados, 50 por ciento menos que en noviembre. En el informe más reciente publicado por la USF, coordinado por la NASA, se confirmó que la cantidad en el último mes de 2019 disminuyó significativamente en comparación con agosto de ese mismo año, mostrando mucho menos en comparación con una media histórica de 60 kilómetros cuadrados entre 2011 y 2017.

En junio de 2018 alcanzó una cifra inédita, pues la macroalga se extendió por 2 mil 800 kilómetros cuadrados. “En diciembre de 2019 continuó la situación de noviembre. Se encontró muy poco sargazo en el golfo de México, estrecho de Florida, mar Caribe, y el océano Atlántico”, establece el documento emitido por el campus floridano.

La superficie que abarca la “isla de sargazo” en el océano Atlántico alcanzó en los primeros días del mes de enero su mínima extensión en dos años, sostuvo el informe del campus.

Durante 2019, Cancún y Riviera Maya registraron un descenso de ocupaciones, y hoteleros de la zona admitieron que el excesivo arribo de sargazo, aunado a la creciente e incontenible ola de inseguridad, así como la falta de promoción turística, fueron los factores de esa disminución.

El monitoreo de ambas instituciones indica que se experimentarán arribos “mínimos” de enero a febrero; sin embargo, se contempla que debido a la que aún hay en el Atlántico oriental, si las macroalgas se desplazan hacia el oeste, siguiendo la corriente ecuatorial, el volumen de sargazo “puede aumentar en la primavera 2020”.

No obstante la disminución, el agua no ha recobrado su transparencia natural y sus tonalidades azul-turquesa habituales debido a que la presencia de las macroalgas, hasta agosto de 2019, y su descomposición, generaron un color ocre que todavía no se diluye del todo en las playas más afectadas.

A nivel nacional, el gobierno no etiquetó recursos para la atención al fenómeno para el ejercicio fiscal 2020, pese a que hubo solicitudes por parte para reorientar recursos de la zona federal (zofemat) o del Derecho de no Residente (DNR), al tema. Lo que más se logró durante el año pasado fue que la Marina se pusiera al frente de la estrategia.

Al arranque de año, Amaro Mauricio indicó que los recales de los días recientes en Cancún y Playa del Carmen fueron de pastos marinos, que siempre ocurre en invierno y se desprenden porque se echa a perder el agua cerca de la orilla, lo que provoca el estancamiento de la macroalga en las playas, que también acelera el síndrome blanco que mata a los corales de la porción quintanarroense del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM).

Recordó que en 2019 arribó más del millón de toneladas que se calcularon, y que sólo durante junio-julio fueron 20 millones para todo el Caribe y el océano Atlántico, de acuerdo con la Universidad de Florida –el total lo estaría dando a mediados de febrero–, “con que nos dieran sólo cinco por ciento sería lo que calculamos para todo el año pasado”.

Fuente: La Jornada Maya

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