Consideran seguros destinos turísticos de Quintana Roo

Junto a los destinos de La Paz y Puerto Peñasco en Baja California Sur, Cancún y la Riviera Maya son considerados los paraísos turísticos más seguros para 35 millones de estadounidenses que visitan anualmente México, asegura Stratfor, una compañía de inteligencia geopolítica consultora del gobierno de Donald Trump encargada de monitorear los hechos de violencia perpetrados en suelo nacional por las bandas de crimen organizado y de los que resultan afectados ciudadanos estadounidenses.

La protección del turismo proveniente de Estados Unidos se ha convertido en un asunto de Estado y los reportes de Stratfor sirven tanto a congresistas republicanos como a demócratas en su debate sistemático por declarar a los cárteles mexicanos como “células terroristas”.

De acuerdo con Stratfor, México ha desplegado una silenciosa, imperceptible y cuidadosa protección del turismo estadounidense dentro de los hoteles “resorts” y “all inclusive” de Cancún y la Riviera Maya, en contraste con la inseguridad que se respira en destinos  como Colima, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Guerrero (Acapulco).

El documento de análisis interno del Congreso de Estados Unidos titulado “México: Organizaciones contra el crimen organizado y el narcotráfico”, señala que si los homicidios “relacionados con el crimen organizado en México estallan en importantes centros urbanos o resultan en el asesinato de ciudadanos estadounidenses, los miembros del Congreso han considerado la posibilidad de designar a los grupos criminales como terroristas extranjeros”.

Y una declaración oficial así afectaría muy sensiblemente la relación entre ambas naciones y sería catastrófico económicamente para Quintana Roo y la Península de Yucatán.

El último informe dado a conocer públicamente por Stratfor indica que de junio de 2017 a ese mismo mes de 2018 fueron asesinados en territorio mexicano 238 estadounidenses, lo que representa 29 por ciento de todos los ciudadanos de ese país que fallecieron en el extranjero durante ese período, según el Departamento de Estado. Pero, en términos de homicidio, México ocupa un lugar mucho mayor en las cifras: de los 152 que fueron asesinados en el extranjero durante los 12 meses en cuestión, exactamente la mitad murió en México.

Sin embargo, naturalmente, la cuestión de la escala es primordial al interpretar las cifras. Los 35 millones de turistas estadounidenses que visitan México eclipsan el número de sus compatriotas (1.5 millones) que van a destinos cercanos como Jamaica. Y aunque sólo seis estadounidenses fueron víctimas de homicidio en este último, la tasa per cápita de homicidios de ciudadanos estadounidenses es más alta en la isla caribeña que en México.

Es decir, explica la consultora Stratfor en un extenso análisis de geopolítica, “para poner las cosas más en perspectiva, Chicago tiene una población de 2.7 millones, aproximadamente la misma cantidad de estadounidenses que viven en México (por no hablar de los 35 millones que lo visitan anualmente). En Chicago 561 personas murieron en homicidios, o sea, más de siete veces la cantidad de estadounidenses que fueron asesinados en México.

Al final, las 76 víctimas estadounidenses de homicidio son una gota en el mar en términos del total general de México: 33 mil 341 (2018). Además, una buena parte de esos asesinatos ocurrieron en ciudades fronterizas en las que hay guerras de cárteles activas, como Tijuana, Juárez y Reynosa, asegura el informe.

En contraste, sólo cuatro ocurrieron en puntos turísticos como Cancún, La Paz, en Baja California Sur, y Puerto Peñasco, en Sonora. Además, muchos de los estadounidenses asesinados en lugares como Tijuana y Ciudad Juárez eran ciudadanos con doble ciudadanía o residentes de México que participaron en actividades delictivas, lo que no tiene la intención de minimizar sus muertes, sino que simplemente indica que tales asesinatos casi no tienen relación con el estadounidense, precisa el documento.

Turistas que visitan balnearios mexicanos e incluso en estados con complejos turísticos importantes en los que la tasa de homicidios ha aumentado, como Quintana Roo (donde se encuentra Cancún), el número de turistas estadounidenses muertos allí sigue siendo bastante pequeño.

La violencia en Cancún, cita el documento, es bastante común entre bandas de la delincuencia organizada y pone como ejemplo el  ataque a un bar ocurrido el 16 de febrero de 2018 donde resultaron acribilladas cinco personas. Afortunadamente, destaca el informe, la mayor parte de la violencia ocurre lejos de las zonas turísticas.

Fuente: Luces del Siglo