Cancún: Tiburón ballena impulsa economía de comunidades costeras

Las cooperativas autorizadas trasladan a más de 17 mil turistas para apreciar esta especie.

Las actividades reguladas de avistamiento y nado con el tiburón ballena en el Caribe Mexicano han contribuido a diversificar los ingresos de las comunidades costeras de Holbox e Isla Mujeres, con una derrama que supera los 50 millones de pesos anuales.

En el marco del Día Mundial del Tiburón Ballena, Cristóbal Cáceres, director de la Reserva de la Biosfera del Tiburón Ballena, expuso que año con año las cooperativas autorizadas en estas islas trasladan a más de 17 mil turistas para apreciar esta especie, considerada el pez más grande del mundo.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas es la dependencia encargada de regular el turismo en las tres áreas de concentración donde habita esta especie durante los meses de marzo a septiembre.

En el área de Holbox y Chiquilá, dentro del Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y la Reserva del Tiburón Ballena y al norte de Isla Contoy, dentro de la Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano, se han reportado alrededor de 500 ejemplares de tiburón, los cuales llegan a esta región para fines de alimentación, expuso el especialista.

Aunque se trata de un tiburón que llega a medir hasta 18 metros de largo, es un pez inofensivo y no representa ningún peligro para quienes nadan junto a él. En realidad es bastante cariñoso y suele ser juguetón, refieren especialistas.

Los tiburones ballena se encuentran sujetos a protección especial por parte de las autoridades mexicanas, por lo que está prohibido su aprovechamiento para consumo.

El turismo ha permitido el aprovechamiento de esta especie para las comunidades, sin impactar sus poblaciones y asegurando su permanencia durante muchos años más, afirmó el biólogo José Juan Domínguez, director de la Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano.

Para realizar las actividades de avistamiento y nado los prestadores de servicio reciben capacitación y están obligados a ajustarse a un estricto programa de manejo, el cual establece la cantidad de visitantes por día, la prohibición de acercamiento a menos de cinco metros, uso de bloqueadores solares, perturbación de la especie, etcétera.

Fuente: Novedades Quintana Roo