Aviturismo, una opción poco explotada en Quintana Roo

Víctor Rosales explicó que el Programa de Aves Urbanas es un programa de la Conabio

El aviturismo o fotografía de la naturaleza es una opción para diversificar la oferta turística del estado, además de representar una derrama económica muy grande. Aunque en Quintana Roo no se ha explotado, en lugares como Estados Unidos está entre el turismo más demandado, junto al golf y la pesca.

“Estamos en un lugar muy privilegiado con aproximadamente 600 especies de aves en la región entre migratorias, transeúntes y endémicas”, destacó Víctor Rosales, coordinador del Programa de Aves Urbanas (PAU) en Bacalar.

Señaló que es un producto muy bueno y sustentable porque lo único que haces es observar el ave a una distancia desde la que no la alteras y desde donde puedes tomar fotografías.

Opciones de tours como estas pueden encontrarse en lugares como Bacalar, Punta Allen o Cozumel. En este último lugar un total de 18 especies de avifauna fueron registradas en la última salida de observación de aves realizada por los integrantes del grupo “Chipes Mangleros de Cozumel”, en el Parque Natural Chankanaab. Entre las especies detectadas se encuentran aves migratorias invernales, como el Maullador Gris, Chipe Pecho Manchado y algunos otros Chipes, que hacen escala en Cozumel durante su viaje de desplazamiento.

Educar para conservar

Víctor Rosales explicó que el Programa de Aves Urbanas es un programa de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en pro de la educación y conservación de las aves.

Como parte de las acciones van a escuelas a hacer presentaciones y prácticas de campo con los niños para que conozcan la importancia de las aves.

“Se trata de, por ejemplo, salir al parque y ver qué tipo de aves hay en el entorno y cómo ayudarlas; muchos niños no se dan cuenta que desayunaron algo que tiene que ver con aves hasta que se les hace ver”, manifestó.

Aseguró que las aves son indicadores de la salud del ecosistema. “Con su monitoreo nos damos cuenta si el ecosistema es saludable, si hay depredadores que son externos a un ecosistema natural, puede ser algo local o externo”.

En Bacalar muchas aves migratorias llegan a los manglares y la laguna, donde descansan en su viaje hacia el sur del continente; algunas van a Panamá, otras hasta Argentina. Hay especies como el pato anillado, aves acuáticas, garzas o espátula rosada.

“Hay muchas que vienen a anidar en invierno porque Canadá o Estados Unidos es muy frío y llega aquí buscando un clima tropical. Estos son lugares muy importantes para ellos, para detenerse, comer, descansar y continuar su viaje. Las aves migran y es importante que donde ellas lleguen sean bien recibidas, que los niños no les tiren piedras, que no molesten sus nidos”, concluyó el experto.

Fuente: La Jornada Maya