Alexandr Lukashenko es reelegido como presidente de Bielorrusia por otros cinco años, pese a la condena occidental
Alexandr Lukashenko lleva en el poder desde 1994; en estas elecciones obtuvo el 86.82% de los votos, pese a que no permitió colegios electorales en el extranjero
El autoritario líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, arrasó en las elecciones presidenciales del domingo y fue reelegido para un histórico séptimo mandato entre las denuncias de fraude de la oposición en el exilio y las cancillerías occidentales.
“Pueden felicitar a la República de Bielorrusia, hemos elegido presidente”, dijo Ígor Karpenko, presidente de la Comisión Electoral Central (CEC), en el marco de una rueda de prensa celebrada durante la madrugada en Minsk.
Lukashenko, el mandatario europeo que lleva más años en el poder, periodo que inició 1994, recibió el 86.82 por ciento de los votos, según los resultados oficiales preliminares.
De esta forma, el dictador seguirá en el cargo hasta 2030, igual que su principal aliado, el ruso Vladímir Putin, que fue reelegido en marzo de 2024 con un resultado similar.
La líder opositora, Svetlana Tijanóvskaya, aseguró el domingo antes de una marcha en Varsovia que “todos los intentos de legitimar el régimen de Lukashenko han fracasado”, ya que los países y organizaciones internacionales condenaron las elecciones “incluso antes de que se celebraran”.
Voto de protesta contra Lukashenko quedó en segundo lugar
Lukashenko, de 70 años, necesitaba una victoria irrebatible tras lo ocurrido en agosto de 2020, cuando las denuncias de fraude y las multitudinarias protestas opositoras estuvieron a punto de provocar su derrocamiento.
Ahora, todos los opositores están en prisión y en el exilio, y cientos de miles de exiliados no han podido votar porque Minsk decidió no habilitar colegios electorales en el extranjero.
Por ello, la oposición pidió a sus partidarios que pusieran una cruz en la casilla del Voto contra Todos, la única forma posible de protesta pacífica ante la brutal represión protagonizada los últimos cinco años por el KGB.
Según el sondeo, dicha opción recibió el domingo 3.60 por ciento de los sufragios, por lo que fue el segundo candidato más votado, muy por delante de los otro cuatro aspirantes.
A la victoria de Lukashenko contribuyó el hecho de que la mitad de los electores ejerció su derecho al sufragio por anticipado, entre el martes y el sábado, una tapadera para la manipulación, según la oposición.
Candidatos del KGB no pasaron del 4% de los votos
Los otros cuatro candidatos del KGB, como los definió Pável Latushko, el jefe del Gobierno en el exilio, no pasaron del cuatro por ciento de los votos.
El tercero en discordia fue el comunista Serguéi Sirankov, quien apoyó abiertamente la reelección del líder bielorruso y sumó el 3.21 por ciento de las papeletas.
Le siguió Oleg Gaidukévich, con un 2.02 por ciento y que fue el primero en felicitar al ganador; la abogada Anna Kanopátskaya, con un 1.86 por ciento, y el republicano Alexandr Jizhniak, con el 1.74 por ciento.
Kanopátskaya, que ya concurrió hace cinco años, fue la única que se atrevió a criticar públicamente la gestión de Lukashenko.
En declaraciones a EFE, Kanopátskaya aseguró que el modelo autoritario que impuso Lukashenko tras llegar al poder en 1994 está agotado y es hora de que renuncie al cargo para reformar el sistema político y económico.
Lukashenko busca heredero
Si Lukashenko es eterno, también lo fue su rueda de prensa. Admirador de Fidel Castro y Hugo Chávez, habló durante cerca de cuatro horas y media.
Adelantó que pensaría sobre su sucesor una vez concluyan los comicios, aunque descartó que pueda ser una mujer.
“Rechazo categóricamente esa posibilidad (…) Una mujer no puede ser un dictador”, dijo.
También rechazó, como asegura la oposición, que le vaya a reemplazar su hijo Kolia, de 20 años y que estudia en China.
“Ya es hora de ceder el poder”, dijo y, de repente, se dirigió a su hijo, que asistía a la rueda de prensa de pie al final de la sala.
“Kolia, ¿quieres ser presidente?”, le interpeló, a lo que su vástago respondió lacónico: “No”.
Solo perdió los nervios cuando un periodista occidental le echó en cara el ser cómplice de la guerra en Ucrania.
También dijo divisar este año “una luz al final del túnel” para el conflicto, aunque, en cuanto al arreglo definitivo, dijo que las opciones están “al 50 por ciento”.
Fuente: El Sol de Mexico
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