Los Dolphins cayeron ante los Titans ¿Miami es contendiente?

Los Titans se pararon en el Hard Rock Stadium con la intención de derrotar a los Dolphins y con dos minutos en el reloj lo lograron

Con una espectacular remontada, los Titans derrotaron 28-27 a los Dolphins para frustrar sus deseos de pelear por la cima de la Conferencia Americana. Tennessee anotó dos veces en menos de cuatro minutos para sacarle el partido a Miami, que no supo ni cómo se le escapó una victoria que parecía segura.

Fue un duelo mucho más parejo de lo esperado, en parte porque los Dolphins no lucieron su acostumbrado ritmo a la ofensiva y en parte, también, porque los Titans dieron un buen partido, o al menos mucho mejor de lo que se puede esperar de un equipo que llegó 4-8. Tennessee logró apagar el fuego del ataque de Miami, indescifrable para tantas defensivas, pero no para ellos.

El éxito de los Titans radicó en su capacidad para limitar a puro gol de campo a los Dolphins por poco más de tres cuartos. Miami apenas logró anotar touchdown en el arranque del partido, gracias a su defensiva, con un pick six que parecía encaminar una victoria relativamente fácil, pero se sabe que en la NFL nada es lo que parece.

A partir de entonces, cuando parecía que el mundo se venía abajo, los Titans encontraron la forma de mover el ovoide. Derrick Henry, el eterno “Tractorcito”, facturó en la zona prometida y de alguna manera Will Levis tomó ritmo. El mariscal de campo se mostró seguro en su debut en un lunes por la noche y mostró destellos de elusividad, esa capacidad de escapar del peligro.

LOS TITANS DESATARON LA LOCURA EN LA CASA DE LOS DOLPHINS

La reacción de Tennesse se combinó con una desafortunada lesión de Tyreek Hill, quien,víctima de un violento tackleo, puso a temblar al Hard Rock Stadium. El receptor salió tocado del tobillo y estuvo un buen rato relegado en la banda, como un Cheetah enjaulado. La baja de Hill condicionó la ofensiva de Miami, como si quedara huérfana de esencia. No se encontraron los Dolphins, ni por aire ni por tierra, ni en la precisión acostumbrada de Tua, presionado constantemente por la frontal de los Titans, con Sanders como su única vía para poner puntos en el marcador.

Los Titans respondieron con la misma moneda y a pesar de mover las cadenas con relativa facilidad, con un DeAndre Hopkins en versión estelar, se estancaron en la zona roja, dejándole a su pateador la responsabilidad de los puntos.

El partido llegó empatado 13-13 al último cuarto y a partir de entonces se desató la locura, más con el regreso de Hill, que parecía encaminar a los Dolphins al triunfo. Los Titans se empeñaron en perder al regalar dos balones dentro de su yarda 20, que Mostert transformó en touchdowns. Cuando parecía que Tennessee no tenía opciones de ganar, vino lo improbable. Los Titans montaron dos ofensivas letales para anotar con sus dos mejores jugadores: Hopkins y Henry. El milagro se hizo realidad.

Fuente: Esto