Los Broncos de Denver por fin le ganaron a los Kansas City Chiefs dentro de la semana 8
Desde que Patrick Mahomes llegó a la liga en el ya lejano 2014, los Kansas City Chiefs nunca habían perdido ante los Denver Broncos
En la NFL siempre hay una primera vez. Desde que Patrick Mahomes llegó a la liga en el ya lejano 2014, los Kansas City Chiefs nunca habían perdido ante los Denver Broncos, pero todo se acabó este domingo cuando los pupilos de Sean Payton se impusieron 24-9.
Eran 16 derrotas de forma consecutiva las que acumulaban los Broncos ante su rival divisional, pero la seguidilla llegó a su fin en una tarde para el olvido del quarterback de los 500 millones de dólares.
Mahomes no logró anotar ningún touchdown durante el encuentro, las tres veces que llegó a zona roja se tuvo que conformar con un gol de campo. Pese a todo, los Chiefs llegaron con vida al último episodio, pero fueron víctimas de sus propios errores.
Ya cuando la defensiva había hecho el trabajo y le había dejado a Kansas City la posibilidad de la voltereta, los equipos especiales entregaron el balón en su propia zona roja, situación que el conjunto de casa transformó en un touchdown.
Tal fue la inoperancia de los vigentes campeones de la NFL que fueron blanqueados durante toda la segunda mitad. Mahomes incluso tuvo una última oportunidad, pero fue interceptado en su propio campo esfumando cualquier posibilidad de su equipo.
Mahomes apenas completó 24 de sus 38 envíos para 241 yardas, sin TD y dos intercepciones.
TERCERA DERROTA EN FILA PARA SAN FRANCISCO
De poco le sirvió a los 49ers la localía y disponer de su quarterback titular, al ser superados (17-31) por los Cincinnati Bengals en el juego más atractivo de la Semana 8 en la NFL.
Joe Burrow se pareció más al quarterback estrella que se quedó a un paso de ganar el Super Bowl en 2022, muy por encima de la versión que había mostrado a lo largo de la actual temporada.
La semana de descanso le vino de maravilla a la franquicia del Norte de la Conferencia Americana, que recuperó piezas importantes, sobre todo a un Burrow al 100%. Con el #9 disponible, se arreglaron muchos problemas en Cincinnati. La ofensiva caminó con todo y que enfrente tuvieron a una de las mejores defensivas de toda la NFL.
En un abrir y cerrar de ojos, los Bengals anotaron dos touchdowns en el primer cuarto. En un principio los 49ers respondieron de la mano de Christian McCaffrey, quien ya suma 17 juegos consecutivos con al menos un touchdown. De esta forma igualó el récord histórico que le pertenece a Lenny Moore, quien lo estableció en 1964.
Pero eso fue todo lo que hizo McCaffrey. El estelar corredor apenas corrió para 54 yardas en 12 acarreos, dejándole toda la responsabilidad a Purdy, que apenas horas antes había salido del protocolo de conmociones. Purdy jugó, pero claramente no estaba en condiciones de desplegar su mejor nivel.
El pasador de segundo año completó 22 de sus 31 envíos para 365 yardas, un touchdown y fue interceptado en dos oportunidades. En los últimos tres partidos de San Francisco, todos saldados con derrota, Purdy sufrió de múltiples intercepciones.
En el otro lado Burrow se mostró cercano de su máximo potencial. La lesión en el tobillo parece haber quedado en el olvido, y acabó con 283 pases y tres envíos a la zona prometida.
Con muchas dudas, pero los Bengals ya acumulan tres victorias de forma consecutiva para ponerse con marca positiva de 4-3, aunque todavía en el último lugar del Norte de la AFC.
Otra de las claves en el triunfo de la visita fue el receptor abierto Ja’Marr Chase, quien se destacó con 100 yardas y un touchdown en 10 recepciones.
De poco le sirvió a los 49ers la localía y disponer de su quarterback titular, al ser superados (17-31) por los Cincinnati Bengals en el juego más atractivo de la Semana 8 en la NFL.
Joe Burrow se pareció más al quarterback estrella que se quedó a un paso de ganar el Super Bowl en 2022, muy por encima de la versión que había mostrado a lo largo de la actual temporada.
La semana de descanso le vino de maravilla a la franquicia del Norte de la Conferencia Americana, que recuperó piezas importantes, sobre todo a un Burrow al 100%. Con el #9 disponible, se arreglaron muchos problemas en Cincinnati. La ofensiva caminó con todo y que enfrente tuvieron a una de las mejores defensivas de toda la NFL.
En un abrir y cerrar de ojos, los Bengals anotaron dos touchdowns en el primer cuarto. En un principio los 49ers respondieron de la mano de Christian McCaffrey, quien ya suma 17 juegos consecutivos con al menos un touchdown. De esta forma igualó el récord histórico que le pertenece a Lenny Moore, quien lo estableció en 1964.
Pero eso fue todo lo que hizo McCaffrey. El estelar corredor apenas corrió para 54 yardas en 12 acarreos, dejándole toda la responsabilidad a Purdy, que apenas horas antes había salido del protocolo de conmociones. Purdy jugó, pero claramente no estaba en condiciones de desplegar su mejor nivel.
El pasador de segundo año completó 22 de sus 31 envíos para 365 yardas, un touchdown y fue interceptado en dos oportunidades. En los últimos tres partidos de San Francisco, todos saldados con derrota, Purdy sufrió de múltiples intercepciones.
En el otro lado Burrow se mostró cercano de su máximo potencial. La lesión en el tobillo parece haber quedado en el olvido, y acabó con 283 pases y tres envíos a la zona prometida.
Con muchas dudas, pero los Bengals ya acumulan tres victorias de forma consecutiva para ponerse con marca positiva de 4-3, aunque todavía en el último lugar del Norte de la AFC.
Otra de las claves en el triunfo de la visita fue el receptor abierto Ja’Marr Chase, quien se destacó con 100 yardas y un touchdown en 10 recepciones.
Fuente: Esto
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