Hacer frente a las bajas en ataque
Llega la nueva Supercopa. Sin entrar a debatir sobre lo acertado o no de llevar este título en disputa hasta Arabia Saudí, lo cierto es que el formato en sí mismo es un acierto. De jugarse en pretemporada, con los equipos aún en proceso de puesta a punto e incluso en los años de Mundial, Eurocopa y Copa América sin algunas de las estrellas al haber llegado hasta las rondas finales, a disputarse en formato a cuatro y con la temporada en su ecuador. No hay color.
Ausencias. El Real Madrid se enfrenta al Valencia en una primera semifinal marcada por las bajas. En el conjunto che a la ya prolongada de Guedes se une la de Rodrigo, jugador fundamental; y en los de Zidane a la de Hazard se suman los otros dos grandes pilares del ataque, Bale y Benzema. Karim, que es junto a Valverde seguramente el futbolista más en forma del equipo, es una baja muy sensible, ya que a día de hoy es el hombre gol en la plantilla.
Soluciones. Es el momento de Jovic. El serbio ha dejado por el momento más dudas que esperanzas sobre su fútbol. En los minutos que ha tenido se le ha visto bastante desconectado del juego colectivo, poco participativo y hasta un poco apático. Es una gran oportunidad para demostrarle al técnico y al madridismo que está para aportar goles y buen rendimiento cuando haya bajas, como es el caso. Su compañero en el ataque saldrá entre Vinicius o Rodrygo.
Presión alta. En el reciente enfrentamiento de Liga entre ambos equipos disputado en Mestalla, el Madrid ofreció dos caras. Una primera parte con minutos excelentes de fútbol y ocasiones basada en una gran presión alta. Mientras se mantuvo dicha presión, los de Celades apenas salieron de su campo y tuvieron muchos problemas para conectar con sus siguientes líneas, concediendo algunas situaciones de gol favorables a los visitantes que no terminaron por concretar. En el segundo acto todo cambió. El Real Madrid ya comenzó a llegar un poco tarde a presionar y el Valencia pudo y supo encontrar a Parejo, el foco que alumbra prácticamente todo el juego valencianista. A partir de ahí, el bloque del equipo se hizo más largo, se tuvo que defender más tiempo en campo propio y se generaron muy pocas ocasiones en la portería rival.
El papel de Valverde. Aquel día no jugó Casemiro, por lo que el uruguayo tuvo que retrasar su posición. El Pajarito es pieza clave cuando juega de volante para poder mantener ese ritmo alto en la presión de manera continua. Un jugador clave.
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