Más de un millón de mexicanos usan diablitos para robarse la luz
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) enfrenta un grave desafío relacionado con el robo de electricidad en México, fenómeno que afecta tanto sus finanzas como la operación de su infraestructura.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) detectó, este año, un total de un millón 123 mil “colgados’” en el país, lo que representó pérdidas millonarias para la empresa pública.
De acuerdo con información obtenida por El Sol de México, los sectores con población flotante en su mayoría, es decir municipios fronterizos y de mayor pobreza en el país, son los que no pagan el servicio y se cuelgan de forma irregular de la red para poderse conectar.
También recurren al uso de los llamados “diablitos” que alteran los medidores para pagar cantidades mínimas por el consumo de electricidad. Además del millón 123 mil “colgados”, la CFE detectó al menos otro millón de alteraciones en medidores en todo el país. Ambas cifras superan las del año pasado en dos y cinco por ciento, respectivamente, de acuerdo con la paraestatal.
El aumento se registra a pesar de que colgarse o instalar un diablito se castiga hasta con diez años de prisión, de acuerdo con el Código Penal Federal.“ Se equiparan al robo y se castigarán como tal: El uso o aprovechamiento de energía eléctrica, magnética, electromagnética, de cualquier fluido, o de cualquier medio de transmisión, sin derecho y sin consentimiento de la persona que legalmente pueda disponer de los mismos”, señala el artículo 368.
La ley indica, además, que los castigos por robarse la luz incluyen prisión de tres a diez años, multas superiores a los 100 mil pesos y el corte definitivo del servicio de energía, a disposición de la CFE.
Las pérdidas económicas, de acuerdo con la CFE, superan los 30 millones de pesos, diarios, entre los dos delitos.
El “colgarse” de la luz, en opinión de Norma Cid, ingeniera electricista del Instituto Politécnico Nacional (IPN) puede salir contraproducente ya que puede provocar daños irreparables en aparatos eléctricos que estén conectados a la corriente directa e incluso algún incendio de consecuencias graves. “Regularmente existen variaciones eléctricas en todo el país y esta variación de corriente en los cables de luz podrían llegar directamente a los aparatos”, explicó la experta.
En entrevista con El Sol de México, agregó que además de que es un delito, robar electricidad hace que ingrese menos dinero a la CFE y por lo tanto se tienen menos fondos para inversión, lo que provoca que el servicio sea más deficiente cada vez.
“Por otro lado está el riesgo del desequilibrio que se genera en la red cercana y que provoca problemas a los que sí pagan”, dijo.
En casos extremos, según la ingeniera, existe el riesgo de producirse incendios ya que las instalaciones precarias pueden generar cortocircuitos. “Hacen una conexión entre la casa y una de las tres fases que hay en el circuito eléctrico. Mandan un cable desde la térmica de la propiedad hasta la caja de toma de la calle, lo que resulta muy peligroso porque sobrecarga las fases. Si varios vecinos se cuelgan a la vez, la tensión baja, lo que puede quemar el cable”, explicó la ingeniera.
De acuerdo con la información de la CFE, entre los “colgados” hay restaurantes y otros negocios como lavanderías, estacionamientos y pequeños supermercados, además de viviendas particulares.
“Si se va la luz a cada rato, o aumenta de manera desmedida el costo del recibo de consumo de un bimestre a otro, cables de más o si hay variaciones de voltaje son indicadores de que alguien puede estar colgado de algún medidor de quien sí pague”, alerta la empresa pública.
“¿Su hogar o negocio presenta costos excesivos de luz cada bimestre?, disminuya el costo de su servicio de luz hasta un 70 por ciento; trabajo seguro, estamos en toda la República”, afirma un mensaje difundido a través de Facebook. El anuncio es acompañado de la foto de un medidor de luz que marca una lectura mínima de consumo y un recibo de la CFE, incluso incluye sellos de la empresa pública.
Este diario contactó al anunciante, quien reconoció que el “trabajo” consiste en “colocar un dispositivo seguro” en el medidor, el cual tiene un costo de dos mil pesos en la Ciudad de México y hasta tres mil pesos en otro estado de la República. “No es un diablito, es un dispositivo especial que es totalmente seguro y eficiente, el recibo baja, por ejemplo si pagas quinientos pesos a cien como máximo”, dijo quien se identificó como Saúl.
Entonces, ¿es todo legal?, se le preguntó
“Totalmente y garantizado, cualquier cosa nosotros respondemos porque no tiene nada de ilegal”, respondió el anunciante, quien aseguró ser ex trabajador de la extinta Luz y Fuerza del Centro.
Fuente: El Sol de Mexico
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